Historia de Burgos

Historia de Burgos

Los primeros orígenes de la ciudad de Burgos que se conocen datan del 4500 a.C, como muestran restos encontrados en el Cerro del Castillo, existiendo también pruebas del 850 a.C., coincidiendo con la Edad de Hierro.

Sin embargo, no es hasta muchísimo tiempo después, concretamente en el 884 de nuestra era, cuando la ciudad de Burgos tal y como la conocemos hoy es fundada por el noble Diego Rodriguez «Porcelos». El motivo no fue otro que la necesidad de establecer una región fortificada para protegerse del ataque de los musulmanes, o sarracenos, que era como los denominaban.

En el Cerro del Castillo se erige la ciudad, que crece y se expande con rapidez. Su enclave estratégico, además, le dota de ser centro de paso del antiguo Camino de Santiago.

Poco se sabe desde entonces de Burgos, ya que transcurrió un periodo tranquilo de su historia hasta que a comienzos del siglo XI se le conoce un enorme crecimiento. Durante la Edad Media se inicia la construcción de la Catedral de Santa María, Alfonso VIII establece la corte en la capital, ordena su amurallamiento y funda el Monasterio de las Huelgas. Por otro lado, la ciudad es testigo de convulsiones sociales pero, sobre todo, políticas, al entrar en conflicto los diferentes intereses de nobles y monarcas.

Historia de la ciudad de Burgos

Posteriormente, ya en el sigloXV,  Burgos se erige en Consulado gracias a los Reyes Católicos y la ciudad crea una red de comercio, textil principalmente, tremendamente poderosa. Como consecuencia de esto, las familias de nobles más pudientes toman fuerza y siguen enfrentándose con los reyes. Por aquella época se unen dinastías de burgaleses famosos como los Tovar o los Rojas. En el siglo XVI la ciudad toma verdadera conciencia de su ubicación y de sus posibilidades como centro neurálgico del comercio, por lo que crece y se enriquece significativamente.

Ya a finales del XVI Burgos ve parar su crecimiento, por varios motivos. El principal es el traslado de la corte a Madrid, lo que decrece su riqueza, pero le siguieron epidemias importantes, como la peste, que redujeron considerablemente su demografía. Burgos, anteriormente ciudad de esplendor, se ve desolada, situación que se dilata hasta finales del siglo XVIII, en la que ahora los esfuerzos se centran en convertirla de nuevo en consulado, hecho que no tuvo tanta trascendencia como antaño.

La ciudad se concentra en fomentar la cultura y sus pensadores, y urbanisticamente ve crecer su patrimonio con algunas construcciones que hoy se mantienen, como el Puente de San Pablo.

Historia Burgos

El siglo XIX trae consigo el sometimiento al ejército francés, como consecuencia de la Guerra Napoleónica. También llegan ecos de acontecimientos relevantes como las Cortes de Cádiz. Durante todo este siglo, Burgos se convierte en la capital de su provincia, y se instaura la institución de la Diputación Provincial, el crecimiento se hace palpable por la buena presencia de una sociedad burguesa, que triplica su población al finalizar el siglo.

Ya a comienzos del siglo XX la ciudad ve crecer sus comunicaciones, gracias a la implantación de nuevas vías férreas de entrada y salida que, principalmente, enlazaban la ciudad con Madrid, lo que trajo consigo la entrada de muchos emigrantes. Prosigue, en este período, el crecimiento económico con una industria más fortalecida, principalmente la referida a la seda.

La guerra civil trajo consigo que Burgos se viera como protagonista de algunos hechos relevantes, como ser nombrada sede del Gobierno Nacional, presenciando, entre otros, el nombramiento de Francisco Franco Bahamonde como Jefe de Estado. Burgos sigue creciendo como centro neurálgico de un fuerte y sólido tejido industrial, vertebrado por la fábrica de la seda, la de papel moneda y la de celofán. Esta influencia se refleja en una mayor expansión urbanística y materializándose como ciudad histórica.

A mediados de los cincuenta, Burgos ya contaba con más industria, siendo el sector de la alimentación el más beneficiado. A comienzos de los sesenta el crecimiento industrial era imparable y equitativo a su expansión geográfica, pues la población ya se asienta en cualquier punto cardinal, incluido el centro urbano.

Durante el siglo XXI se ponen en marcha numerosos proyectos que consoliden la ciudad social, urbanística, económica y culturalmente, apostando firmemente por el bienestar social de su cuidadanía.

 Historia de Burgos

La espina dorsal de la ciudad puede afirmarse que se vertebra gracias a su patrimonio, su situación geográfica y el importante crecimiento de su tejido industrial y comercial. Su desarrollo, además, seguirá consolidándose gracias a la puesta en marcha de nuevas vías de comunicación. El aeropuerto de Burgos es ya una realidad, junto a un Parque Tecnológico y la apertura de un nuevo plan de transportes que conllevaría la interacción con ciudades portuarias como Bilbao o Santander.

A nivel turístico, las diferentes autoridades iniciaron el «Plan de Excelencia Turística» en el pasado año 2003, proyecto mediante el cual han de ensalzarse las virtudes de la ciudad como destino turístico e invertir en los recursos necesarios.

Museo de Evolución Humana

Por otro lado, consciente de su importancia como centro de investigación humana, gracias a sus yacimientos en Atapuerca, Burgos plantea diferentes estrategias como la inauguración de un futuro Museo que complemente el ya existente de Evolución Humana, también la apertura de un Auditorio Municipal y un Palacio de Congresos y Exposiciones, no descuidando su entorno natural, protegiendo espacios como márgenes de ríos y otorgando una parte de sus partidas presupuestarias a un mayor crecimiento de parques, jardines y espacios verdes, sin olvidar la promoción de su rica gastronomía.