Historia de Sevilla

Los primeros datos que se tienen de la civilización en estas tierras se remontan aproximadamente al Siglo IX a.c., habitada por los Tartessos la llamaron Spal o Ispal estableciendo un núcleo urbano en una pequeña isla en el centro del río Guadalquivir en terrenos pantanosos e inestables.

Más tarde pasarían por aquí Fenicios, que dejaron en estas tierras la cultura comercial de forma pacifica y los cartagineses cuyo afán conquistador expulsó definitivamente a los Tartessos del territorio.

En el año 206 a,c, los romanos entran en la ciudad y expulsan a los cartagineses del territorio naciendo Hispalis y junto a ella Itálica. Hispalis se convirtió en una ciudad dedicada al comercio y la industria hispano-romana mientras que Itálica se constituyo como zona residencial puramente romana. Posteriormente, sobre el año 425 a.c. las tierras fueron ocupadas por visigodos que destruyeron todo en su afán de eliminar todo lo relacionado con el Imperio Romano.

En el año 710 los musulmanes llegan a la ciudad instalándose y derrotando al pueblo visigodo. Sevilla llega a ser capital de un reino de taifas. Durante este periodo tienen lugar invasiones como la de los vikingos que llegan a través del río Guadalquivir y que los musulmanes tienen que defender.

En el año 1248 la corona de Castilla reconquista Sevilla y se convierte en ocasiones en receptora de la corte. A partir de aquí se sucederán tiempos de bienestar y decadencia. Pronto llegará el descubrimiento de América que cambiará profundamente las cosas convirtiendo a Sevilla en el centro económico del Imperio Español, entre otras cosas porque pasa a ser el puerto de salida Europeo hacia América.

Tiene su mayor esplendor en el Siglo XVI, ya que pasa a ser el destino de todos los comerciantes que llegaban del continente además de ser un centro multicultural con gran florecimiento en las artes como la arquitectura, la escultura, la pintura y la literatura siendo fundamental en el siglo de oro español. Su industria era famosa y productiva, destacaban las fábricas de jabón del barrio de Triana, la cerámica y la seda.

Los Siglos XVII y XVIII no fueron afortunados para la ciudad que sufrió los efectos de la crisis económica  y de las epidemias que menguaron la población considerablemente. La ciudad comenzará a resurgir en el Siglo XIX gracias a la industria y a la red de ferrocarril que se desarrolla vertiginosamente. Durante el Siglo XX acontecimientos como la Exposición Iberoamericana de 1929, la fundación de los astilleros y sucesos posteriores como la Exposición Universal de 1992 han ido haciendo a Sevilla una ciudad consolidada y próspera.

Hoy en día Sevilla es la capital de Andalucía, ostenta los títulos de “Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Invicta y Mariana ciudad de Sevilla”. Es la cuarta ciudad más poblada de España, receptora de turismo tanto nacional como internacional por todos los elementos de interés que contiene, su patrimonio histórico, cultural, monumental y su riqueza en tradiciones.

No hay que olvidar tres de las mejores tradiciones que se celebran en Sevilla, su Semana Santa grandiosa, considerada como la más famosa de España que no solo se queda en un acontecimiento religioso sino que además tiene un marcado significado cultural y artístico, su Feria de Abril que se celebra en Primavera en el famoso barrio de Los Remedios de Sevilla y que tiene su origen en el año 1846, está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional e Internacional  y la celebración del Corpus Christi, de gran importancia para los sevillanos.