Monumentos de Sevilla

Sevilla es una ciudad majestuosa y monumental por excelencia, posee tanta historia y cultura en sus calles que esto ha quedado reflejado en sus monumentos y en cada rincón de la ciudad a lo largo de la historia.

Si hay algo por lo que empezar es la Catedral de Sevilla, es el templo de estilo gótico más grande del mundo y el tercer templo de la Cristiandad. Se construyó en el Siglo XII sobre la gran mezquita. Con unas dimensiones espectaculares en su interior existen enormes tesoros como el mausoleo donde se encuentran los restos de Cristóbal Colón o sus maravillosas vidrieras flamencas.

Junto a ella La Giralda, minarete de la antigua mezquita sobre la que se construyo la Catedral, podemos decir que es el símbolo universal más representativo de la ciudad, con una altura de 97 metros es coronada por una gran veleta de bronce que representa la fé victoriosa. Desde aquí se tiene la mejor panorámica de la ciudad. A su zona superior se llega a través de una rampa que antiguamente se subía a caballo para tocar la campana, hoy día es de obligada visita subir a pie pues las vistas de la ciudad son espectaculares.

Los Reales Alcázares de Sevilla pueden ser nuestra siguiente visita, están constituidos por un conjunto de palacios, de ahí su nombre plural. Cuando los reyes se trasladan a Sevilla se hospedan en ellos. En su construcción coexisten el arte mudéjar, el gótico, el barroco y el renacentista. Si hay entre otras cosas algo que destacar son sus bellos jardines ambientados con la caída del agua, el canto de los pájaros y la rica y variada flora que contienen.

Hay que señalar que además de visitarlo podemos acudir a los conciertos que se realizan allí durante el verano. Otro palacio o casa-palacio digno de ser visitado es la Casa Pilatos, construida en 1518, es el más exquisito palacio después de Los Reales Alcázares, rico en elementos arquitectónicos, cuenta entre otras cosas con 24 bustos romanos y renacentistas de emperadores y personajes de la antigüedad. Un palacio que no puede ser visitado pero que también es digno de mencionar es el Palacio de Dueñas, perteneciente a la familia Alba.

Y si queremos admirar barroco puro tendremos que visitar el Palacio de San Telmo construido en el Siglo XVII. El Archivo de Indias también tiene que estar en nuestra ruta, en un principio fue considerado como La Lonja para albergar a los comerciantes que se situaban en la catedral, pero luego se albergo en él toda la documentación relacionada con el Nuevo Mundo.

En sus archivos se conservan más de 43000 legajos con 8000 mapas. No hay que olvidar que Sevilla se convirtió en el puerto exclusivo de comercio con las nuevas tierras. La Antigua Fábrica de Tabaco de Sevilla, alberga hoy la Universidad, construida en el Siglo XVIII, posee rasgos medievales y militares, posee foso y puente levadizo.

La Basílica de la Macarena es el templo católico donde se da culto a la virgen más querida por el pueblo sevillano. Se la sitúa dentro de los seis santuarios y abadías más importantes de España. Alberga un Museo donde se guardan las riquezas de la Hermandad de la Macarena acumuladas a lo largo de los siglos y de la historia.

La iglesia más grande después de la Catedral es la Iglesia del Divino Salvador, llama la atención no solo por su exterior manierista sino por los 14 retablos que se pueden visitar en su interior. Otra iglesia digna de visita es La Iglesia de Santa Ana en el barrio de Triana, construida en el Siglo XIII. Y por supuesto El Templo del Gran Poder, donde se encuentra una de las imágenes y figuras más veneradas por los Sevillanos.

Si queremos visitar la Plaza de España nos encontraremos con una obra espectacular, situada en el Parque de María Luisa. Se construyo con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 y fue un proyecto ambicioso y muy costoso. En sus paredes están representadas las provincias Españolas con su escudo, su mapa y algunos hechos históricos que fueron relevantes en ellas.

Y  si queremos admirar la construcción considerada como la mejor muestra del estilo Plateresco español tendremos que visitar el Ayuntamiento de Sevilla. Si preferimos las esculturas no hay que decir que Sevilla es rica en imágenes religiosas que pueden admirar en los templos de la ciudad, pero si queremos ver alguna en el exterior un ejemplo sería el Monumento a Fray Bartolomé de las Casas junto a la dársena del río Guadalquivir o el Monumento a San Fernando en la Plaza Nueva de Sevilla.