Toledo posee sus calles comerciales, que ordenan un estilo moderno y nos hacen regresar a la realidad. Sin embargo, lo que mejor puede hacerse en Toledo es comprar el producto autóctono de la tierra, que, además, tiene la insignia de ser valorado como una de las mejores artesanías de nuestro país.
En las típicas callejuelas recargadas de comercios de souvenirs el visitante observará, sorprendido, la enorme cantidad de espadas que flanquean la puerta de cada establecimiento. Los coleccionistas pueden deleitarse y adquirir una gran variedad de armas blancas, de entre las que le será difícil decidirse.
Obviamente, no es difícil encontrar réplicas de obras de El Greco, que pueden servirnos para dar fe de nuestra visita a la ciudad. Pero, además, imposible salir de la ciudad sin alguna pequeña muestra de la fascinante cerámica Talaverana (fotografía superior), o sin admirar, al menos, los encajes y bordados de las lagarteranas, (derecha) hoy elemento puramente ornamental, pero antaño una obligación en los enseres de las jóvenes casaderas.
No podemos decirte que adquirirás estos productos sin “rascar” en exceso el bolsillo, porque lo que añade valor a todos ellos es su naturaleza de artesanía.
Si queremos regresar a casa con buenas viandas de Toledo, podremos adquirir los famosos mazapanes, o, por supuestísimo, llenar la maleta con alguna buena pieza del magnífico queso manchego, cuya fama traspasa fronteras.