Desde el pleno del Parlamento Balear se ha votado recientemente sobre las estancias turísticas y las diferentes medidas de impulso de turismo sostenible y el resultado fue el de aprobar esta iniciativa, la cual comenzará a aplicarse a partir del próximo día 1 de julio.
Con este impuesto se implementará una tasa diaria que oscilará entre los 0,25 y los 2 euros para los visitantes mayores de 15 años que se alojen en establecimientos reglados así como para los cruceros. De esta forma, el Gobierno de Baleares espera recaudar del orden de entre 50 y 80 millones de euros.
Desde PP y Ciudadanos, los grupos que se han mostrado en contra de la implantación de esta tasas, han considerado que perjudicará sobre todo a la temporada baja y no creen que pueda llegar a mejorar la competitividad que tienen actualmente las Islas Baleares. Asimismo han pedido que el impuesto comience a cobrarse a partir del 1 de enero de 2017 y no este año como se pretende.
Desde Ciudadanos consideran que lo mejor para la ejecución de esta tasa es que comenzase el año que viene y ha criticado que desde el Govern Balear no hayan querido hacerlo porque han asegurado que así estaba previsto dado que se encontraba metido dentro de los Presupuestos.
Los fondos que se obtengan con esta nueva tributación irán destinados al fomento del turismo sostenible así como a la conservación de los espacios naturales. Para ello se pondrá en marcha una comisión con representación tanto de instituciones políticas como de agentes sociales que será la encargada de determinar las inversiones concretas, otro punto que ha generado más polémica aún.
De momento no se ha visto la reacción de los turistas, pero seguro que no se lo tomarán demasiado bien, no solo porque este destino no es precisamente barato sino porque todo se ha hecho demasiado deprisa. Este verano será la piedra de toque y después, seguramente habrá que tomar medidas.