La Fontana di Trevi está pasando por serios problemas. Una de las fuentes más conocidas del mundo y más visitadas durante todo el año por turistas que lanzan sus monedas pidiendo sus deseos, necesita varios arreglos. Hace pocos días varios trozos de estuco cayeron desde la cornisa lateral izquierda, a escasa distancia por donde pasan los turistas.
Los primeros exámenes que hicieron los expertos de la Superintendencia de Bienes Culturales, resolvieron que el lado izquierdo de la enorme fuente, cuya construcción se inició en 1731, puede seguir derrumbándose.
En esta parte de la fuente se montó un andamio de 4,5 metros para poder proteger la zona y en un breve espacio de tiempo se extenderá al lado derecho, más protegido del viento.
El alcalde de la ciudad, Giovanni Alemanni, dijo que harán falta unos 200.000 euros para los primeros trabajos de restauración y los expertos han asegurado que harán falta unas semanas para poder estimar exactamente cuánto dinero será necesario.
Alemanno quiso destacar que en el estado de crisis en el que se encuentra no solo la ciudad sino todo el país, hacen falta muchos recursos para poder proteger el inmenso patrimonio histórico-artístico con el que cuenta Italia.
Vía: Clarín