Si buscas hacer un viaje en el que puedas quedarte maravillado con unos paisajes naturales y puedas conocer unas culturas realmente fascinantes, te aconsejamos que hagas la famosa ruta de Helsinki y Tallin. Ambas ciudades son perfectas e ideales para visitarlas en invierno y te permitirán disfrutar de una experiencia inolvidable a la vez que única.
En el siguiente artículo te contamos cómo hacer una ruta por estos dos destinos bálticos y disfrutar plenamente de un viaje maravilloso.
Primer día en Helsinki
Puedes comenzar la ruta visitando la maravillosa ciudad de Helsinki. Lo primero que puedes hacer es realizar una visita a la Plaza del Senado que es el centro histórico de Helsinki. Se trata de un espacio monumental que se encuentra rodeado de edificios neoclásicos, como es el caso de la impresionante Catedral Luterana de Helsinki. Es una obra arquitectónica que te dejará con la boca abierta. Acto seguido puedes dar un paseo hasta la Biblioteca Central Oodi, una verdadera joya de la arquitectura moderna, perfecta para poder relajarse y descansar.
Es de obligada visita el Mercado del Puerto, donde vas a poder probar delicias del lugar como el salmón fresco y los pastelillos finlandeses. Desde aquí puedes coger un ferry hacia la fortaleza de Suomenlinna, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de un auténtico disfrute para los amantes del arte y de la arquitectura.
Por último y para terminar el primer día de viaje, debes hacer una visita al barrio de Kallio, conocido popularmente por su buen ambiente y por una gran vida nocturna. Te aconsejamos que cenes en el restaurante Harju 8, ya que ofrece al visitante una experiencia culinaria moderna única.
Segundo día en Helsinki
En el segundo día de tu viaje puedes empezar por realizar una visita al Parque de Sibelius. En dicho parque vas a poder admirar el monumento dedicado al compositor finlandés Jean Sibelius. Se trata de una impresionante escultura elaborada a base de tubos metálicos que va a evocar el amor por la música.
Después puedes ir a la Iglesia de Temppeliaukio o como es conocida de manera popular como la Iglesia de la Roca. El nombre se debe a que la iglesia está excavada en la roca natural. La verdad es que se trata de un espacio que suele maravillar a la persona que lo contempla.
Al llegar la tarde puede visitar el Museo del Diseño y pasear tranquilamente por el Distrito de Punavuori, también llamado el Distrito del Diseño, donde vas encontrar cafeterías acogedoras y galerías de arte contemporáneo.
Para terminar el día, debes hacer una visita a una sauna finlandesa. La más recomendada es la conocida como Löyly, una sauna que se encuentra al lado del mar y que combina tradición y modernidad a partes iguales. Después de quedarte totalmente relajado con la sauna, puedes refrescarte en el Mar Báltico y tener una experiencia única e inolvidable.
Tercer día: llegando a la ciudad de Tallin
Después de dos días en Helsinki, puedes coger un ferry temprano que te lleva a la localidad de Tallin. El viaje suele durar un par de horas y va a ofrecer unas maravillosas vistas del Golfo de Finlandia.
Al llegar a Tallin, puedes hacer una visita al casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Destaca por sus calles empedradas y por contar con unos edificios de lo más pintorescos. Puedes ir a la Plaza del Ayuntamiento, donde encontrarás el Ayuntamiento Gótico y la farmacia más antigua de toda Europa. Luego, puedes subir a la colina de Toompea para visitar la Catedral Alexander Nevsky y disfrutar de vistas espectaculares de toda la ciudad.
Por último puedes cenar en un restaurante medieval como es el caso de Olde Hansa y degustar algunos de sus platos más tradicionales.
Cuarto día: terminar de recorrer Tallin
Comienza el día visitando el barrio de Kadriorg, conocido entre otras cosas por su tranquilidad y por sus elegantes villas. Aquí vas a poder visitar el Palacio Kadriorg, construido por el zar Pedro el Grande y que a día de hoy alberga el Museo de Arte de Estonia. No hay nada mejor que poder desconectar paseando por sus maravillosos y grandiosos jardines.
Más tarde puedes dirigirte al distrito de Telliskivi, una antigua zona industrial que se ha ido transformando en un centro creativo lleno de arte urbano, tiendas de diseño y cafeterías de lo más modernas. Es un lugar perfecto para poder almorzar y reponer fuerzas.
Termina el día con un paseo por el puerto de Tallin, disfrutando de unas maravillosas vistas nocturnas de toda la ciudad. Si te queda algo de tiempo debes probar un café o una cerveza artesanal en alguno de los bares del lugar.
Algunas recomendaciones para poder disfrutar plenamente del viaje
- Tanto Helsinki como Tallin son ciudades que se pueden recorrer caminando. En el caso de que no te guste caminar, hay que indicar que dichas localidades cuentan con maravillosos sistemas de transporte público.
- En el caso del clima hay que decir que si decides viajar durante el invierno, las temperaturas son bastante gélidas y hay muy pocas horas de luz solar. En los meses de verano, los días son más largos y las temperaturas son bastante agradables.
- Tanto en Helsinki como en Tallin, la moneda oficial es el euro por lo que no vas a tener ningún tipo de problema a la hora de pagar y de hacer diferentes transacciones.
- En cuanto al idioma hay que decir que en la ciudad de Helsinki, se va a hablar el finés, mientras que en la ciudad de Tallin se hablan el estonio y el inglés.
En definitiva, la ruta por Helsinki y Tallin te va a permitir sumergirte de lleno en dos culturas totalmente diferentes, pero conectadas de manera directa tanto por su historia como por su ubicación en el Báltico. A destacar el diseño moderno y actual de ambas ciudades junto a los paisajes naturales de Helsinki y el encanto medieval de Estonia. Sin duda, se trata de una experiencia única que recordarás de por vida.