Qué y dónde comer en Gijón

Influenciada por el mar Cantábrico, que la baña, podemos decir que la gastronomía de Gijón está fundamentalmente basada en pescados y mariscos como materias primas. Además este lugar también aprovecha de muy buena manera los productos que nacen de la tierra.

El plato más emblemático de la cocina del lugar es la caldereta, atribuida a un burgués del siglo XIX, en la que se unen los pescados de roca y el marisco.

Son muchos los guisos que se elaboran en Gijón y muchos de ellos están regados por el liquido rey del lugar, la sidra.

Entre los pescados más destacados encontramos: la merluza, el pixin, la chopa, el besugo, las sardinas hechas a la plancha, los boquerones fritos conocidos como bocartes, las anchoas y las «parrochas», que son las sardinas pequeñas. Dos especies típicas y especiales, el tiñosu o cabracho y el golondru o perlón.

Dentro de los mariscos destacan, las gambas, las cigalas, los percebes, las navajas, los centollos, las ñoclas o bueyes de mar, las lapas y los erizos de mar.

Que comer y donde comer en Gijón

En la cocina de los hogares gijonenses también se toman los potes asturianos, las fabes, las fabes con almejas, la carne roja, los chorizos a la sidra o los arroces.

Son importantes también sus quesos, como el queso de Cabrales. Hay que tener en cuenta que en todo el territorio asturiano se producen más de 50 variedades de queso, algunos con denominación de origen y conocidos dentro y fuera del país.

Dentro de los dulces encontramos la charlota, típica, preparada con bizcocho, chocolate y un sinfín de ingredientes más, la tarta gijonesa en la que se mezclan las almendras y el turrón, el arroz con leche, la tarta de manzana, los frixuelos o las casadielles.

La bebida por excelencia la sidra, sin embargo en Asturias también se cultiva la Vid, por ello si hablamos de vinos, nos referiremos a los vinos de Cangas de Narcea, con cepas de Mencía, Albarin, Carrasquín y Verdejo.

Una de las cosas que más se hace en Gijón cuando uno quiere comer es irse de tapeo, esta costumbre ha hecho que en todos los rincones del lugar encontremos sidrerías, llagares o chigres. Si queremos probar el pulpo amariscado: los Pomares, y si queremos un frixuelo relleno: el Manzanu.

Para tomar setas con queso cabrales o pulpo con gambas: el Pilu, y para tomar algo más tradicional como unas buenas croquetas caseras: Fomento. Si queremos pasar por una buena sidrería: El Globo, con su carta variada y típica de la tierra. Digno de mención son sus quesos o postres caseros. Y su sidra. Si lo que queremos es conocer un llagar y ver la sidra escanciar directamente, podemos sugeriros: Trabanco, Cabueñes o la Mangada, cualquiera de ellos nos ofrecen calidad y satisfacción.

Si lo que preferimos es un restaurante de cocina típica asturiana, podemos recomendaros: la Tabla o el Restaurante Peñas, con especialidad en pescados y mariscos.

Y si realmente no os apetece nada de esto, sino probar otros sabores podéis degustar cocina mexicana en «Ahorita», cocina uruguaya en «el Charrua», donde disfrutareis de un buen corte uruguayo en la carne, además de poder degustar la matambre rellena. Tiene terraza y salón sidrería. Si preferís un italiano: Vesubio o la Casa Pompeyana, muy romántico y con una bodega digna de mención. Si queréis que os lleven la comida a donde estéis podéis pedir una buena «lasaña a Alberobello».