Monumentos de Toledo

Puerta Bisagra de Toledo

Visitar Toledo es transportarse, nada más iniciar la ruta, a otras culturas, otras épocas y otros ambientes. Es tal la riqueza monumental y artística que es imposible no sentirse protagonista de alguna de sus historias, pues cada metro de suelo y de pared alberga cientos de historias, y alguna que otra leyenda, que te impregnan hasta el tuétano.

Puerta Bisagra (fotografía superior). Comienzo de cualquier visita monumental a  Toledo, marca la entrada a la antigua ciudad. A pesar de parecer una única pieza, en realidad se encuentran: la antigua y la nueva puerta,  de origen musulmán y construida sobre un arco de medio punto y en medio de dos enormes torreones con almenas. Destaca el impresionante escudo de la Ciudad imperial, con un águila de dos cabezas, en su parte exterior.

Alcázar de Toledo

El Alcázar (foto superior). Alzado sobre una construcción natural rocosa, este Castillo, antaño palacio romano, ha sufrido, a lo largo de su existencia, 3 destrucciones y otras tantas reedificaciones. Es una impresionante obra arquitectónica que contiene actualmente la Biblioteca de Castilla La Mancha y las colecciones del museo del ejército.

Interior Catedral de Toledo

La Catedral de Santa María, imponente y una de las más hermosas de cuantas puedan contemplarse en España, también llamada Catedral Primada, es un edificio gótico muy bien conservado. Durante la era de ocupación musulmana fue mezquita hasta que el rey Alfonso VI la convirtió de nuevo en catedral.

Dos famosos Monasterios flanquean la ciudad. Por un lado, el Monasterio de San Juan de los Reyes, construido por orden de la reina Isabel I de Castilla, es un claro ejemplo de estilo gótico y de estilo propio, en nuestros días Monumento Histórico-Artístico de interés nacional. Por otro lado, el Monasterio de Santo Domingo de Silos (llamado “el antíguo”) está repleto de retablos de El Greco, quien pintó la Iglesia. Conserva muchos elementos medievales, así como renacentistas y mudéjares.

Son conocidas dos Sinagogas en la ciudad, por un lado la de Santa María la Blanca, hoy convertida en museo de cerámica, y la Sinagoga de El Tránsito, de estilo mudéjar y levantada bajo el mandato de Pedro I de Castilla. A pesar de su aparente sencillez exterior, basta adentrarse para contemplar que  alberga un rico estilo decorativo, destacando sus obras en yesería.