Las compañías aéreas buscan el ahorro de espacio entre las filas de asientos para así poder llevar a más pasajeros. Es un prototipo italiano que hace que los pasajeros se sienten de tal forma que éstos doblen menos las rodillas y así quepan más asientos.
Desde el año 1978, el espacio medio de una fila de asientos a otra en clase turista ha ido perdiendo distancia, nada menos que 7,62 centímetros y la cosa continúa, hasta el momento en el que parezcamos verdaderas sardinas en conserva o japoneses en el metro.
La compañía italiana Aviointeriors quiere poner en marcha un peculiar prototipo de silla llamada Skyrider con la que se eleva la altura de la superficie del asiento unos 6,1 centímetros en lugar de los 4,5 centímetros con los que se cuenta normalmente.
Esto hace que el pasajero viaje con las rodillas menos dobladas, las cuales sobresalen menos y permite ubicar la siguiente fila a menos distancia. Personalmente espero que esto se haga en los vuelos de corta distancia porque las personas, obesas o no, que tengan problemas circulatorios, encontrarán otro obstáculo más a la hora de viajar.
Vía: LaVanguardia