A pesar de que todo el mundo sabe que durante la temporada estival son muchos locales los que intentan hacer su agosto, siempre hay que tener especial precaución allá donde vayamos para que no nos ocurra lo que sucedió hace escasas fechas en Venecia.
Un grupo de turistas romanos han sido víctimas de lo que mucha gente califica como de estafa. Los turistas no se fijaron en el cartel de precios que había en la entrada del Café Lavena y pidieron cuatro cafés y tres bebidas alcohólicas, lo que tranquilamente y sabiendo los precios que tienen algunos de estos locales y lo que se sube en verano, podría llegar a costar unos 50 euros.
La sorpresa llegó cuando apareció el camarero con el ticket, 100,20 euros. El desglose eran 58 euros por lo consumido y 42 por el ambiente musical del local. Seis euros por tres de los cafés, 4,20 por otro, una Jagermeister por 10 euros y dos licores amargos por 20 euros.
Cuando los turistas protestaron, los encargados de este café se escudaron alegando que todos los clientes estaban avisados, dado que la lista de precios es accesible para todo el mundo a la entrada del establecimiento. Además, aseguran, cuando la gente se sienta, siempre se les notifica que hay un cargo extra por la música.
Vía: ABC