Ante nosotros aparece “la villa de los mil y un escudos” poéticamente hablando, Cáceres es conocida así en la historia por el número de blasones familiares que lucen en las fachadas de sus edificios, y que llegan a ser más de un centenar en toda su zona monumental.
La ciudad antigua de Cáceres es un recinto amurallado, muy bien conservado, que encierra en su interior un conjunto incomparable de arquitectura civil y religiosa inspirada en el renacimiento y que se puede admirar hoy en día prácticamente intacto.
Podemos empezar por la Concatedral de Santa María, el templo más importante de la ciudad de Cáceres, terminado en el siglo XVI es de estilo románico-gótico. Destaca su torre renacentista, inconfundible, en la que se posan los nidos de las cigüeñas y se puede admirar la estatua realizada en bronce de San Pedro de Alcántara en su base. En su interior es recomendable visitar el retablo mayor plateresco del siglo XVI hecho en madera de cedro.
Otro lugar para visitar es la Iglesia de San Francisco Javier, conocida también como la Iglesia de la Preciosa Sangre, fue construida entre los siglos XVII y XVIII junto con el convento de la Compañía de Jesús, que se encuentra al lado. Es una muestra del poco barroco que se puede encontrar en la ciudad.
La Iglesia de San Mateo, de estilo gótico, fue construida en el siglo XVI y su torre concluida en el siglo XVIII. Su puerta es plateresca y contiene un retablo rococó. Sus sepulcros acreditan que este templo era frecuentado por los terratenientes cacereños. Esta declarado Monumento Histórico Artístico.
Dentro de la ciudad antigua podemos encontrar otros edificios religiosos como la Iglesia y Convento de Santo Domingo o la Ermita de la Paz.
Si queremos conocer los palacios más interesantes podemos empezar por el Palacio de los Golfines de Abajo, perteneciente a una de las ramas de la familia Golfín. Está situado en la parte baja del recinto amurallado de Cáceres. Data del siglo XV y destacan en él su torre renacentista y su fachada plateresca. En él se hospedaban los Reyes Católicos cuando visitaban la ciudad. En la zona alta se encuentra el Palacio de los Golfines de Arriba, perteneciente a otra rama de la familia Golfín, construido entre los siglos XIV y XV, de grandes dimensiones hoy en día está ocupado por un restaurante.
El Palacio de las Veletas, construido sobre las ruinas de una fortificación árabe durante el siglo XVI en la zona más elevada de la ciudad. Destacan en él, además de albergar el Museo de Cáceres, su aljibe, excavado en la roca natural y considerado el segundo en tamaño del mundo.
De estilo renacentista destaca el Palacio Episcopal, concluido en el siglo XVI.
El Palacio de las Cigüeñas, conocido así por el gran número de cigüeñas que se pueden ver en él, construido en el siglo XV, destaca su torre, la única no desmochada del recinto antiguo de la ciudad. Otros palacios que podéis visitar son el Palacio de Carvajal o el Palacio de Toledo-Moctezuma.
Dentro del recinto amurallado de Cáceres son merecedoras de destacar casas de construcción notable, y, dignas de ser admiradas por la historia que acumulan y la variedad arquitectónica que ofrecen. Un claro ejemplo es la Casa de los Solís o Casa del Sol. Se trata de una casa fortaleza del siglo XV de estilo gótico, con un escudo en su fachada digno de mención ya que se trata de un sol con rostro humano cuyos rayos son mordidos por cabezas de dragón y coronado por un yelmo. Actualmente contiene una archivo de documentación referente a América y Filipinas.
Otras casas que podéis visitar son la Casa de Ovando, la Casa de los Sánchez Paredes, la Casa de Aldana o la Casa de los Pereros. Son muy interesantes los arcos de entrada al recinto amurallado de la ciudad antigua como el Arco del Cristo, el Arco de Santa Ana o el Arco de La Estrella. Este último es el más importante, es desde el siglo XV la puerta principal al recinto amurallado. En su parte externa está rematado con el escudo de Cáceres y en su parte interna aparece un templete con una imagen de la Virgen de la Estrella, que da nombre al arco, y, que está iluminada con un farol en forma de estrella.
También son dignas de mención las torres que salpican el lugar como la Torre de las Cigüeñas, la Torre de los Púlpitos, la Torre del Horno o la Torre de Bujaco. Esta última es emblemática en Cáceres, es la construcción más espectacular de la Plaza Mayor, mide 25 metros de altura y desde su almenar se puede ver una bella panorámica de parte de la ciudad. Actualmente en ella se encuentra un centro de interpretación.
Son destacables las plazas que se encuentran en el recinto amurallado como la Plaza Mayor, la Plaza de Santa María, la Plaza de San Jorge o la Plaza de San Mateo. Y no podemos dejar de recomendaros, antes de salir de esta zona antigua, que visitéis la Judería de Cáceres, formada por el barrio de San Antonio, llamado así por la Ermita de San Antonio del siglo XV, que se encuentra en él, y levantada sobre una antigua Sinagoga. Está lleno de calles estrechas y casas sencillas y en él vivieron los judíos hasta que fueron expulsados de la ciudad.
Una vez que traspasamos la muralla nos encontramos con otro Cáceres, más reciente en algunos casos pero igual de importante y rico en lugares de interés turístico. Podemos visitar edificaciones religiosas como la Iglesia de San Juan Bautista, la Iglesia de la Sagrada Familia, la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe o la Iglesia de Santiago de los Caballeros. Esta última es de elementos románicos y góticos. Destaca sobre todo por su retablo mayor de 4 pisos. Podemos, también, visitar palacios como el Palacio de la Audiencia, actual Palacio de Justicia. O el Palacio situado en la Avenida de España que está considerado como Bien de Interés Cultural.
En cuanto a las esculturas que podemos encontrar en la ciudad si recorremos sus calles veremos los detalles en sus fachadas, blasones, gárgolas, imágenes, etc. Paseando podemos también admirar otras como la Lavandera, la escultura homenaje a Hernán Cortés o la escultura de Genio Andrógino, estatua romana del siglo I conocida como la diosa Ceres que representa a una figura humana que sujeta el cuerno de la abundancia en su mano. Los penitentes en la Plaza de San Juan o San Jorge y el Dragón que representa al patrón de la ciudad dando muerte a la fiera.