Historia de Murcia

Restos encontrados en la región como Silex, empleado probablemente para herramientas, o restos de pinturas rupestres, nos hablan de asentamientos en la zona durante la Edad de Bronce. A este periodo pertenecerían yacimientos encontrados como el de Almendricos , cerca de Lorca. Posteriormente a esto también hay datos del paso por el lugar de fenicios y griegos y de sus actividades comerciales.

Se ha comprobado, también, la existencia posterior de asentamientos romanos que llamaron a la zona Murtia, probablemente por la gran cantidad de mirtos que habitaban la zona. Queda constancia de la existencia de numerosas villas romanas que aprovecharon el recorrido del río Segura para crear fértiles huertas y dedicarse a la explotación agraria que les proporcionaba mucho de lo necesario para alimentarse. Prueba de esto es el yacimiento de Senda de Granada.

Historia de Murcia

En el año 825 d.c. Abderramán II funda Madina Mursiya, y convierte la zona en un lugar próspero y rico gracias a la explotación agraria que consigue del aprovechamiento del río Segura, a partir del que crea todo un sistema hidrológico formado por brazales, acequias y regaderas.

Tras épocas de bienestar económico en las que proliferan las construcciones de edificios religiosos, fortalezas y obras públicas se suceden los distintos dominios sobre la zona y en 1244 el tratado firmado entre los reyes de Castilla y Aragón concluirá con la soberanía de Castilla sobre Murcia. Será Alfonso X el Sabio el que convertirá a Murcia en capital del nuevo reino de Murcia cristiano con derecho a voto en las cortes y como lugar de paso obligado para la corte. A partir de aquí, y gracias al rey Alfonso X, Murcia comienza a crecer impulsándose su comercio y facilitando la convivencia entre las diferentes culturas que aportan su sabiduría al lugar.

A lo largo del tiempo, crisis, guerras y desastres de la naturaleza como riadas hacen que la ciudad pase por distintas fases de decadencia y bienestar, y, es en el siglo XVIII, cuando Murcia conoce un momento de gran auge económico y bienestar, creció la cantidad de terreno agrícola cultivado y como consecuencia fue creciendo la población alrededor de todas estas nuevas zonas.

En consecuencia de este auge económico y este crecimiento de la población florecen las construcciones nuevas y se reforman las que lo necesitan, para destacar en este tiempo es la conclusión de la Catedral que llevaba parada varios siglos. En definitiva, Murcia atraviesa un tiempo de bonanza que acaba cuando llega el nuevo siglo. Distintos avatares como inundaciones, sequías, conflictos y la Guerra de la Independencia hacen que Murcia vuelva a caer en un periodo de decadencia que la acompañara hasta mediados del siglo XX, en el que a través de la industrialización, de la modernización de su industria agrícola, de la explotación de las conservas y los cítricos conseguirá remontar su economía y su situación.

Hoy en día, Murcia es la capital de la Comunidad Autónoma Uniprovincial Región de Murcia, a su alrededor se extienden 45 municipios que completan la Comunidad, todos ellos de gran belleza e importante historia. Además de su gran huerta y sus productos de la tierra tan conocidos y solicitados, Murcia se ha convertido en una gran capital de servicios preparada para acoger a todos aquellos que quieran visitarla.Murcia, su historia

Las tradiciones también quedan reflejadas en esta tierra en sus fiestas populares, es muy relevante su Semana Santa en la que se puede disfrutar de las bellas tallas de Francisco Salzillo. En sus numerosas procesiones los nazarenos reparten golosinas, monas y habas a los visitantes.

Podemos visitar sus fiestas de la primavera, en la que los huertanos colocan sus barracas para que los visitantes puedan degustar la gastronomía del lugar y que acaban con el entierro de la sardina, evento lleno de colorido que ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional y en el que se regalan juguetes desde las carrozas que pueblan el lugar. O finalmente podemos disfrutar de la romería que se organiza en la Feria de Septiembre, en honor a la Virgen de la Fuensanta.