Historia de Tarragona

La Historia de Tarragona

Tarragona debe su historia íntegramente al pueblo romano, de hecho para conocer su origen debemos remontarnos al momento histórico en el que esta civilización la invadió, exactamente en el año 218 a.c.  Tarragona fue llamada Tarraconenses, y se convirtió en la capital de Hispania Citerior primero y en la capital de la provincia de la Hispania Tarraconensis durante el máximo apogeo del Imperio romano, siendo entonces la conocida como Tarraco romana.

En el año 45 a.c., Julio César la convirtió en colonia y comenzó a erigir una serie de edificaciones que aún subsisten hoy en día, y que han convertido a Tarragona en el inmenso Museo al aire libre que es.

Las continuas invasiones posteriores llevaron Tarragona a la ruina, acabando completamente dañada por la dominación de los árabes allá sobre el año 713.

La historia no nos da muestras de una recuperación hasta bien entrado el año 1129, cuando Tarragona es cedida a un soldado, llamado Robert Bordet, que obra un nuevo proceso de colonización a través del establecimiento de los normandos. Toda esta operación era supervisada por el por entonces arzobispo Oleguer Bonestruta, quien controló constantemente que la situación no se sobrepasara. Pero todo dio un nuevo giro a la muerte de Oleguer.

Comenzó una época convulsa de conflictos, y la ciudad no encontraba un equilibrio. A finales del siglo XII, Tarragona volvió a recobrar su identidad, y la ciudad vio crecer su población y se expandió. Pero no todo siguió siendo abundancia, ya que la peste de 1348 golpeó duramente a la población entrando en un periodo de retroceso. No fue hasta el año 1368 que la ciudad pudo terminar con la escasez y pobreza que le golpeaban.

Tras un breve periodo de recuperación, la guerra civil entre los seguidores de Juan II y la región de Cataluña dejó a Tarragona completamente asolada, social y económicamente.

Las epidemias siguieron siendo un grave problema, a la vez que los numerosos ataques de los enemigos, incluso los piratas. Tarragona vio descender su población hasta cifras alarmantes. En 1640, el influjo de la guerra de los segadores, que enfrentó a los catalanes con los franceses y la monarquía española, no mejoró el problema, dejando muy mermada cualquier posibilidad de recuperación. Para colmo de sus males, la Guerra de Sucesión no dejaba ninguna puerta abierta a la esperanza, pero Tarragona fue noblemente defendida por el pueblo británico.

Debe destacarse, así también, el siguiente conflicto que sufrió la ciudad, la Guerra del Francés. Tras todos estos combates, más las plagas que había padecido, Tarragona quedó absolutamente  devastada, situación de la que tardó mucho tiempo en recuperarse. Sus ciudadanos echaron mano de sus recursos, y poco a poco gracias a la pesca,  el cultivo de la vid y la labranza de las tierras pudo remontar nuevamente.

Historia de Tarragona

A dia de hoy, Tarragona posee una población que supera los 140.000 habitantes, y una poderosa autonomía económica, y social. Se sirve de sus propios recursos y,  como núcleo turístico, es todo un referente en España.

En el año 2000, la organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco), nombró al Conjunto arqueológico de Tarraco Patrimonio de la Humanidad.

Cabe destacar su actividad universitaria, que cifra su población estudiantil en más de 25.000 alumnos. Es ciudad punto de encuentro jubilar, siendo además emplazamiento de peregrinos. Entre sus próximos proyectos, Tarragona apostará por su candidatura a los próximos Juegos del Mediterráneo, en el año 2017. Pero antes, en el año 2012, ocupará con honor la capitalidad de cultura.