Dentro de la propia Zaragoza es posible perderse entre innumerables rincones llenos de un atractivo especial, y que son la seña de identidad de la ciudad. Recorriendo sus calles podrás encontrar los puntos de interés histórico que a continuación te reseñamos.
El Parque Primo de Rivera alberga diversas manifestaciones artísticas y arquitectónicas, de entre las que cabe destacar el Quiosco de la Música, que se ubica en un precioso edificio de estilo moderno, en el que el frío metal contrasta con la calidad de la cerámica que lo cubre. En el mismo parque podremos encontrar un hermoso rincón conmemorativo de Goya, llamado «Rincón de Goya», salida de las manos del arquitecto zaragozano Fernando García Mercadal, y que desde su concepción hasta nuestros días no solo ha tenido diferentes emplazamientos sino distintos usos.
Otro lugar de incalculable belleza se encuentra en el edificio que alberga el Mercado Central de Zaragoza, también llamado Mercado de la lanuza, situado en la Avda. César Augusto. Se trata de un espacio arquitectónico del año 1903 con una apariencia modernista para su época y para el que, en su construcción, el arquitecto Félix Navarro Pérez se inspiró en la estructura de la torre eiffel de París. Posee las calificaciones de Monumento Histórico Nacional y bién de Interés Cultural, y sigue ejerciendo las funciones de mercado de abasto, como en sus inicios.
Otro edificio emblemático lo encontramos en la estructura del Teatro Principal de Zaragoza, un edificio del siglo XVIII de grandes dimensiones que ha ido sufriendo diversas modificaciones hasta adaptar sus estancias a las exigencias de los tiempos y de las características de este tipo de establecimientos.
La Lonja es una magnífica muestra del arte renacentista, construido por el arquitecto Juán de Sariñena. Hoy sirve de sala de exposiciones itinerantes y sede de actos oficiales.
Las Murallas romanas son un claro exponente de la historia del pueblo romano en la ciudad. Datan del siglo III y pueden admirarse en lo que aún queda levantado y firme, situadas cerca del río Ebro.
Paseando hacia la Catedral de la Seo, podremos encontrarnos el Arco del Deán (imagen superior), construcción de estilo gótico, punto de unión de dos estancias palaciegas que acabaron formando la Casa del Deán Catedralicio durante el siglo XIII.