Museos de Córdoba

Museo Julio Romero de Torres

Ir a Córdoba supone, casi de forma obligada, visitar el Museo de Julio Romero de Torres, ubicado en la Plaza del Potro, es un espacio en donde se dan cabida las obras de este pintor cordobés.

El Palacio de Viana, en Plaza de Don Gome, dejará boquiabiertos a los visitantes con sus majestuosos patios y su imponente jardín, en donde, además, se pueden admirar tapices, armas, pinturas y vasijas. Su belleza es tal que suele ser el escenario de los recién estrenados esposos, para sus reportajes de boda. Tampoco puedes perderte su biblioteca.

Por otro lado, el Museo arqueológico, ubicado en la Plaza de Jerónimo Páez, alberga en sus ocho salas los restos de materiales testigos de la historia de la ciudad, y te podemos asegurar que no solo las piezas expuestas, sino que todo el edificio es de singular belleza.

La Casa Andalusí, ubicada en la típica Calle Judíos, transportará al visitante hacia otras civilizaciones en una visita en la que no podrá dejar de lado su colección de monedas.

El Museo vivo de Al-andalus, más conocido en la ciudad por la Torre de la Calahorra, ubicada en el extremo del puente romano, es una vieja fortaleza que fue utilizada como cárcel y torre de defensa. En su interior pueden visionarse diversas demostraciones interactivas  del paso de las civilizaciones judía, cristiana y musulmana que se asentaron en la ciudad.

Museo arqueológico de Córdoba

Con más tiempo por delante también puedes visitar el Museo Taurino, en Plaza de Maimónides, en donde tienen cabida diversos homenajes a los más renombrados maestros del toreo de Córdoba, los “Cinco Califas” : Manolete, Lagartijo, El Cordobés, Guerrita y Machaquito.

Cabe destacar también el Museo Diocesano, el Museo hidráulico Molino de Martos, la Casa Museo Arte sobre piel, el Museo de microminiaturas, la Galería de la tortura, Casa de Sefarad o el Museo del aceite Carbonell, este último fruto de la intensa y arraigada tradición aceitera de Córdoba.