Cádiz, para no faltar a la costumbre de una población bañada por el mar, tiene en el pescado al rey de sus platos. Pescado capturado en el propio Golfo de Cádiz y en el estrecho de Gibraltar, de este hecho parte su frescura y la rapidez de su reposición en cualquier establecimiento. Tres mil años de historia dan para elaborarlo de muchas y muy variadas maneras, y de crear escuela. Todas las civilizaciones que la poblaron usaron el pescado como fuente principal de su alimentación, incluso fueron pioneros (como es el caso de los fenicios) en establecer métodos de curación (salazón) y más tarde, los romanos se aplicaron en adoptar técnicas de conservación que hoy en día siguen vigentes y que supusieron toda una revolución en la industria posterior, como ejemplo tenemos el método de conserva en aceite.
Los mejores pescados de la zona son, por ejemplo, el atún, lenguado o el cazón, este último preparado de muchas y muy variadas formas, sin olvidar mariscos de la talla de los langostinos y las gambas, o moluscos típicos de la provincia como las “cañaillas” (foto derecha), que aun hoy en día son capturadas siguiendo el método tradicional del paseo, cogiendo los ejemplares que uno se va encontrando, bien sumergidos a escasos metros de la orilla o disponiendo de los que quedaron en la arena al bajar la marea y que se comen hervidas con sal.
Otra exquisitez que podrás encontrar fácilmente en mercados y restaurantes son las “Bocas de cangrejo”, que, curiosamente, no se refieren a dicha parte de la anatomía de este crustáceo, sino concretamente a sus patas, o más concretamente, las pinzas. Para obtenerlas no se captura al animal entero, sino que, una vez cogido, se le arranca la pieza directamente y se le devuelve al mar para que siga su ciclo natural de regeneración y esta vuelva a crecer. El mariscador sabe reconocer perfectamente qué pinza ha sido quitada con antelación, por lo que cuando pesca estos animales suele obtener la extremidad que no ha sido arrancada previamente para favorecer un óptimo crecimiento y no hacer sufrir excesivamente al animal, que, no olvidemos, pierde la parte más importante de su cuerpo, ya que no solo le sirve de defensa o captura, sino de atributo añadido para el cortejo de las hembras. Al igual que las cañaillas, las bocas se toman solamente hervidas, y enfriadas posteriormente.
En la elaboración del pescado en Cádiz cabe destacar también la especialidad de la zona, el “pescaíto frito”, que aquí suele encontrarse en las diferentes freidurías que hay distribuidas por toda la ciudad. Estos establecimientos sirven el pescado recién hecho en unos cucuruchos de papel, de esta forma puede tomarse incluso mientras se pasea, o llevarlo a casa para degustarlo más tranquilamente.
En cuanto a otros platos típicos elaborados con pescado o marisco no hay que olvidar el cazón en adobo, las famosísimas tortillitas de camarones (foto izquierda), el atún encebollado, los fideos con almejas, la ensalada de melva, las gambas al ajillo o la “ropa vieja”, plato de tradición marinera en el que se utilizan diferentes tipos de pescado que han sobrado al preparar otros platos.
Pero en Cádiz no solo hay pescado en el menú, sino carne, y de muy buena calidad. Carne de reses, toros y vacas (incluidas terneras), ganadería retinta le llaman, preparadas en asadores al amor de una lumbre en condiciones óptimas de temperatura y sacadas de la parrilla en su justo punto de cocción.
Otras especialidades autóctonas se refieren a la paniza, una fritura hecha a partir de una masa realizada con harina de garbanzos, o los alcauciles (alcachofas) con chícharos (guisantes) y habas. Esto es solo una pequeñísima muestra, la sabiduría popular ha hecho posible una carta culinaria prácticamente interminable, ya que cada “casa” (refiriéndonos por casa a cada hogar o tasca típica), ha realizado infinidad de variantes de recetas base, dando un sabor particular y único a cada plato.
En cuanto a la tradición en dulces, Cádiz es famoso por su “Pan de Cádiz” (foto superior), una pieza de mazapán, de considerable tamaño, que se rellena con trozos de fruta confitada, y que tiene en el turrón de frutas a su más directo competidor en sabor, tamaño y exquisitez. También es posible gozar de la gastronomía repostera de Cádiz con los increíbles huesos de todos los santos, que también tienen, como el pan de Cádiz, su ingrediente principal en el mazapán, solo que en esta ocasión las piezas son pequeñas, de forma alargada, y rellenas de dulce de yema de huevo.
De Jerez, al igual que sucede con Montilla-Moriles (Córdoba), nos llega una especialidad vinícola conocida mundialmente, el “fino”. Esta es tierra de bodegas, y cualquier mesa de tertulia o aperitivo está vacía si no se acompaña debidamente con una buena dosis de caldo de la uva, servido bien frío en una pieza de cristalería precisa, el catavino.
Y del vino el vinagre, también de Jerez, de fama mundial y con el que los mejores chefs aromatizan sus creaciones culinarias, dotando a estas de un sabor inconfundible.
En Cádiz la tradición manda salir de tapas, y tapear es un gusto por las innumerables posibilidades y variedades. ¿Qué tendrá la tapa que tanto nos gusta?, probablemente su tamaño, que da la razón al popular dicho acuñado por el escritor Baltasar Gracián “lo bueno, si breve, dos veces bueno…”, y es que estas delicias, servidas en buen plato, no sabrían igual…
Para ello existe, incluso, la ruta de la tapa, término oficializado por el propio ayuntamiento, dada la arraigada costumbre y tradición. Así que eso es lo que debemos hacer, entregarnos a una buena jornada de visitas a los bares más típicos de la ciudad y pedir sus especialidades en tapas.
Otra cuestión es donde comer, para ello te daremos algunas sugerencias.
Para las mencionadas tapas, El Faro, situado en la zona de La Viña, cuyo personal se afanará en servirte como mereces, o 1800, ubicado en el Paseo Marítimo, donde además podrás tomar carne asada en horno de leña. En Casa Manteca lo que probarás son deliciosas tapas de carne de cerdo, de muchas variedades, está en la zona de La Viña. Para probar los pescados de la bahía de Cádiz, Alameda, donde tendrás la oportunidad de probar unos Ibéricos para chuparte los dedos. Está ubicado en la Calle Zorrilla.
Aurelio es, según datos oficiales, la primera cervecería que se estableció en la ciudad. Está ubicada también en la Calle Zorrilla, y además de una cerveza bien fría podrán servirte una buena variedad en pescados y mariscos de la zona.
Balandro gana en popularidad por su excelente ubicación, con vistas al balcón de la bahía, aquí todo es típico de la gastronomía popular.
Comer mirando al mar rozar la perfección en muchos sentidos, en Arte Serrano (Paseo Marítimo) disfrutarás con sus tapas y con el resto de su carta, en la que la cocina gaditana es la única protagonista. Y en Mesón Albariza degustarás cocina eminentemente casera, también en el Paseo Marítimo. Baro, también ubicado en este excepcional rincón, te permitirá probar el marisco más fresco de la ciudad.
Para probar el pescaíto frito: Bohemia , (Avda. Ana de Viya), Casa Ramón (Virgen de la Palma), Del Parador (Avda. Duque de Nájera), El Brocal (Avda. José León Carranza), El Carapapa (Virgen de la Palma), El Stop, de gran arraigo en la ciudad y amplio horario de apertura ( Avda. de Portugal), o Las Flores (Plaza Topeta).
Si lo que quieres es probar un poco de cocina internacional aquí tienes otras propuestas:
Caruso Trattoría (Plaza Escritor Ramón Solis), Casanova (C/ Adriano), El Horno de la Viña (C/ José Cubiles ), o La Bella Italia (Plaza Fragela), para cocina italiana o probar exquisitas pizzas artesanales; Du Midi El Mejicano, y Rancho Tejas (C/Amilcar Barca) para la cocina tradicional mejicana; El Rincón de Javier (Avda. Cayetano del Toro), para probar deliciosa comida vasca; La Huella (C/Plocia) para probar el producto típico americano: la hamburguesa, o Mister Kebab (C/Sirenas) para la cocina tradicional turca.