Son muchos los objetos tradicionales que podemos llevarnos como recuerdo de nuestro paso por las tierras navarras. En Pamplona, las tiendas de souvenirs cuentan sobre todo con motivos relacionados con los Sanfermines, como muñecos vestidos con el clásico pañuelo rojo o tambores. Son muy populares las figuras de Gigantes y Cabezudos, protagonistas de un desfile durante la citada fiesta, que reciben el nombre de kilikis (imagen superior) , así como los caballos que les acompañan, llamados zaldikos. También vemos seres de la mitología regional como el Olentzero, el equivalente a Papá Noël que gusta mucho a los niños; o elementos comunes a otras provincias como puede ser la txapela.
Todavía quedan, repartidos en diferentes puntos de la ciudad (especialmente en el casco antiguo), numerosos artesanos especializados en el tratamiento del vidrio, el cuero, o la porcelana. Sua Zeramica ofrece diferentes productos de artesanía: desde muebles y lámparas hasta pergaminos cuidadosamente elaborados.
En el taller de Luis A. Montes se dedican a la fabricación de albarelos: tarros de los que se utilizaban antiguamente en las farmacias para guardar los remedios. Se trata de una tradición que data del siglo XV, y sin duda supone un recuerdo muy original. Otro elemento que caracteriza a la región es la fabricación de botas de vino; en Las Tres Zetas podemos encontrar modelos de resina, látex o incluso pez.
Si queremos escapar del bullicio de los centros comerciales y buscar tiendas más apartadas, tenemos muchas posibilidades dentro del pequeño comercio. Los aficionados a los cómics pueden pasar por TBO, y los que busquen libros deben echar un vistazo a Los Arcos, una pequeña y veterana tienda. En cuanto a ropa, Naracamicie ofrece camisas para hombres, y Cuadrado, otra tienda con solera, ropa de todo tipo para la mujer. Si queremos llevarnos algún traje típico hecho a mano, tenemos la opción de visitar Texartu, especialista en toda clase de indumentaria tradicional, bordados y txapelas. Son sólo algunos ejemplos; podemos callejear por los rincones históricos y encontrar muchos otros, en el lugar más inesperado.
No podemos olvidarnos de las compras gastronómicas. Pamplona es conocida por su gama de quesos, embutidos y patés. Nuestro paladar no nos perdonará si nos marchamos sin llevarnos una muestra de alguno de ellos.