Lugares de interés de la Comunidad de Pamplona

valle de baztan

La privilegiada situación natural de Pamplona, muy cerca de los Pirineos, le dota de un interesante entorno verde que no podemos dejar de conocer. El amplio parque natural de Urbasa y Andía es un ejemplo de ello; se encuentra al norte, cerca de la frontera que delimita el Pirineo Navarro.

No hay que dejar pasar la oportunidad de visitar el valle de Baztán (imagen superior). En él proliferan las aldeas y pueblos, pequeños tesoros escondidos donde podemos encontrar vestigios del pasado: torres semiderruidas, grandes casonas o antiguos palacios. Berroeta, Ziga, Elizondo o Aniz son algunos de estos lugares, vagamente marcados en el mapa y pocas veces recomendados por las agencias de viajes, que nos permitirán aportar un toque único a nuestra ruta.

Las cavernas de Urdax o Zugarramurdi nos ofrecen escenarios de insólita belleza natural. Además, son lugares donde la leyenda y la mitología se nos muestran más cercanos que nunca: se dice que fueron lugares de reunión para la celebración de los siniestros aquelarres. De hecho, hay documentos que prueban que hubo una batida de la Santa Inquisición en Zugarramurdi, en el siglo XVII, al que se consideraba “pueblo de brujas”. Treinta y una personas fueron condenadas a la hoguera a causa de ello. A finales de agosto, en las cuevas, se celebran comidas medievales, y en el solsticio de verano tiene lugar una fiesta de culto al fuego.

Y es que los bosques y valles de Navarra, del norte en general, se encuentran imbuidos de esa magia del folclore que constituye otro elemento de riqueza cultural. El monte Erreniega, cerca de la localidad de Astrain, era el hogar de un terrible cíclope de nombre Tartalo, el terror de los pastores que veían cómo les robaba irremediablemente su ganado. Otra cueva, la de Abauntz, tenía por habitantes a las lamias, monstruos de vaga apariencia femenina cuya dieta se compone esencialmente de niños. Los bosques navarros son patrimonio del Basajaun, una criatura similar al yeti, y caminar en ellos supone adentrarse en las historias narradas durante siglos por el pueblo vascón.

Podemos visitar también la laguna de Borrero y comprobar si su leyenda es cierta. Todo el que se aproxime debe guardar un respetuoso silencio, ya que en ella habita el espíritu de un niño que detesta las voces, y más aún los gritos. Si no se cumple esta condición, el lago emitirá una especie de neblina, que en poco tiempo cerrará los caminos, impidiendo que el incauto viajero salga de allí.

Estella, Navarra

Después de tan legendario paseo, podemos regresar a la “realidad” visitando algunos enclaves con importante patrimonio histórico y medieval. En Noáin tenemos un acueducto bien conservado, y el pueblo de Rada cuenta con una muralla que todavía rodea gran parte de su perímetro. En Estella, contamos con varios sitios de interés: la Basílica de Nuestra Señora del Puy y el barrio de San Pedro de la Rúa (imagen izquierda).

Al pie de la sierra de Lokiz tenemos un Museo que sin duda sorprenderá a propios y extraños: el Museo de la Trufa. Un lugar enteramente dedicado a este fruto, que crece de forma natural en la zona, en el que conoceremos sus características y propiedades culinarias.

Y si queremos relajarnos, después de las intensas jornadas, nada mejor que pasar por el spa Aqualung, en el municipio de Zizur Mayor. En él encontraremos numerosas opciones para nuestro descanso: baños romanos, turcos y árabes, así como tratamientos con algas y arcilla o masajes.