Lugares con encanto e historia en Pamplona

Catedral de Pamplona

Durante la Edad Media, la ciudad de Pamplona se dividió en tres distritos o burgos: San Cenín, Navarrerías y San Nicolás. Hoy en día, estos sectores se han convertido en herencia de una ciudad que demostró que es posible conciliar las diferencias. Constituyen, así, el casco histórico de la urbe, y en ellos podemos visitar algunas de las iglesias y lugares más emblemáticos.

iglesia de san nicolas

En San Cenín podemos encontrar la iglesia llamada de la misma manera, que data del siglo XIII y cuya construcción es de estilo gótico. La Iglesia de San Nicolás (imagen derecha) se encuentra en el sector del que toma nombre, y su factura es del siglo XII. La tercera iglesia que cabe mencionar como imprescindible es la de Santo Domingo, de estilo gótico tardío, que fue construida en el XVI.

La Basílica de San Ignacio es otro punto de referencia cristiano de Pamplona. Se encuentra situada en el lugar donde, se dice, fue herido de muerte Ignacio de Loyola. El santo cayó defendiendo el castillo frente a los invasores, y como homenaje el virrey Cardona hizo que colocaran en el lugar un arco y una inscripción recordando su valentía. Más tarde, a finales del XVII, se construyó la basílica. Hoy, la lápida conmemorativa no se encuentra allí, sino en la el patio de la Cámara de Comptos, un lugar muy diferente: un edificio de hechura churrigueresca que ejerció como Casa de la Moneda y Tribunal de Cuentas durante la época del Reino de Navarra.

Cómo no, el plato fuerte para los visitantes es la Catedral de Santa María la Real (imagen superior). Fue edificada sobre un templo románico, y en ella se conjugan los estilos neoclásico y gótico, dotándola de una personalidad ecléctica. En su interior, podemos visitar el mausoleo del rey Carlos III, uno de los personajes clave de la ciudad (fue el responsable de la unificación de los burgos); la capilla Barbazana, lugar de reposo de obispos y una de las preferencias de las parejas para celebrar bodas; y el  Santo Cristo esculpido por Juan de Anchieta. Esta imagen guarda una curiosa leyenda: su cabeza se encuentra inclinada levemente, y se dice que cuando los cabellos lleguen a tocar el pecho se producirá el advenimiento del Fin del Mundo.

Ciudadela Pamplona

La Ciudadela y las murallas de Pamplona, erigidas cuando se produjo la anexión al Reino de Castilla, constituyen una parte fundamental del patrimonio militar y medieval de la Península, al encontrarse en un estado de conservación muy superior al de otras ciudades. Es posible realizar recorridos por casi toda la extensión de la muralla, rodeada, además, de parques de extensión y belleza.

La Ciudadela fue levantada como punto clave de defensa entre 1571 y 1648. Tiene forma estrellada, y de sus cinco baluartes se conservan perfectamente tres. Se encuentra circundada por el parque conocido como Vuelta del Castillo. Consta de veintiocho mil metros cuadrados inaugurados en el siglo XVII, con una zona de praderas que constituye un inmenso pulmón para la ciudad. Dentro de la Ciudadela encontramos otro parque de menor tamaño y varios espacios de antigua utilidad militar que actualmente, además de su valor histórico, se conservan como zonas de uso cultural:

El Polvorín: se utiliza para exposiciones artísticas

Sala de Armas: de cuatro plantas, acoge muestras de diferentes ámbitos culturales a lo largo del año

Horno: anteriormente se elaboraba en él el pan que servía para abastecer a la milicia; hoy, se ha convertido en un centro de exposiciones y se ha reformado con un estilo vanguardista

Pabellón de Mixtos: con utilidad similar a las anteriores

Los fosos: han sido rehabilitados, manteniendo su estructura intrincada, y albergan estanques y diferentes pistas de juego. Entre ellas destaca la de frontón.

La Casa Consistorial se encuentra situada en el lugar donde antiguamente confluían las tres secciones de la ciudad. El edificio original fue derruido y reedificado en dos ocasiones; la construcción actual es muy reciente, de 1951. Aun así, se conserva la segunda de las fachadas, en la que podemos advertir muestras de columnas clásicas y de arquitectura barroca.

Para finalizar con el recorrido histórico, no podemos dejarnos atrás el Archivo de Navarra, con su inmensa hemeroteca donde podemos contemplar documentos centenarios; o la Casa del Condestable, hogar de la nobleza, cuya indudable riqueza arquitectónica le ha valido el ser considerada Bien de Interés Cultural.